Pequeño manual orientativo para la restauración y/o puesta a punto de un órgano

 

Manual orientativo para la restauración y/o puesta a punto de un órgano

Una cantidad grande de los bienes culturales de nuestro país, (B.I.C.) lo componen bienes pertenecientes a la Iglesia. Entre ellos se encuentra el instrumento Órgano de tubos..

En muchos momentos de su historia, el órgano ha sido abandonado a la desidia por la desinformación e ignorancia de sus responsables. Con todo el respeto que merece como patrimonio heredado y que tenemos la obligación de transmitir a las futuras generaciones, nos ha parecido oportuno desde la Asociación Amigos del órgano “Un rato no tubo”, aportar lo que se podría un manual orientativo para la actuación en estos instrumentos, siempre desde el máximo respeto.

“Toda intervención en un órgano será precedida de un estudio detallado tanto de los elementos estructurales, mecánicos y sonoros del instrumento como de los elementos y condiciones de su entorno (tribuna, iglesia, municipio…). Este informe, memoria descriptiva o ficha diagnóstico servirá de base para la elaboración del proyecto o propuesta de intervención que, a su vez, contemplará las posibilidades de mantenimiento y utilización del instrumento una vez restaurado”.

1.- Se formará un comité operativo y con poder decisorio en el que se respeten y se tengan en cuenta las opiniones de todos y cada uno de sus miembros ya que, por su cualificación, se presupone que están en esa comisión.

Como norma a seguir, se llevará una total transparencia en todos los aspectos, tanto el económico como el técnico-artístico.

2.- La comisión estará compuesta por un experto en patrimonio, un delegado diocesano de patrimonio, un organista y quien se considere oportuno añadir.

3.- Esta comisión analizará las posibilidades reales de financiación y asegurará tales posibilidades, acudiendo a subvenciones públicas y privadas a las que pueda acceder.

Si ya hubiera una subvención para restaurar y/o poner a punto un instrumento, la comisión se encargará de un estudio previo que informará de cómo está el órgano en la actualidad, cuál era su configuración original y cuál es su valor artístico y musical.

Para este trabajo ayudará, si la hubiera, una catalogación exhaustiva previa.

En el caso de que exista, mas no sea completa, puede ser un buen punto de partida para la elaboración del estudio actualizado. Una vez que la comisión tenga claro el procedimiento a seguir, se redactará una relación de prescripciones técnicas detalladas. Para este trabajo puede orientarse por medio de la abundante experiencia que hay en España sobre restauraciones y/o puestas a punto de órganos ya realizadas.
Esta relación, acompañada del  presupuesto correspondiente, se dará a conocer públicamente para que los especialistas presenten sus proyectos y presupuestos y puedan acceder al concurso.

4.- La comisión estudiará los proyectos presentados y adjudicará la obra al presupuesto que más se acerque a las directrices ya establecidas anteriormente por la comisión.

5.- Una vez decidida la empresa que va a realizar los trabajos de restauración y/o puesta a punto del instrumento, redactar el contrato en el que se especifique claramente la obra a desarrollar, con plazos de ejecución y pagos a realizar.

A continuación podría nombrarse dentro de esa comisión, una subcomisión para el seguimiento de las obras que se están realizando, si se van ajustando a las condiciones estipuladas en el contrato, si se van cumpliendo los plazos, si hay que realizar alguna modificación en el contrato.
El pago del último plazo vendrá condicionado por la comprobación directa de la comisión sobre el resultado obtenido. Al aceptar la obra se realizará el último pago.

6.- Es importante, para que el dinero invertido no se quede su máximo resultado, que la comisión detalle también un contrato de mantenimiento con la empresa que ha realizado el trabajo. En ese contrato de mantenimiento se estipulará una afinación anual (como mínimo) y el mantenimiento de los materiales según la garantía (5 años) .

También es importante la figura de un organista-custodio, que se responsabilice de llevar a cabo el cuidado el cumplimiento de lo establecido.